Editorial de Teknokultura Vol.9 N.2. Por Igor Sádaba y Javier de Rivera
El presente número de la Revista Teknokultura pretende ofrecer una pequeña muestra de algunos desarrollos y avances en el estudio social de la tecnología, dibujando un escenario intelectual en el que se han superado las reacciones simplificadoras de miedos y esperanzas o elogios y rechazos hacia las nuevas tecnologías. Comienzan a proliferar en los últimos tiempos trabajos que buscan sortear estas posturas apocalípticas e integradas, maximalistas e ingenuas sobre la Sociedad Digital. Creemos que se está alcanzando un cierto grado de madurez teórica en esta área, en la que se empiezan a materializar enfoques y perspectivas que abordan la complejidad del nuevo panorama tecnosocial, que es al mismo tiempo aterrador e inspirador, pero ninguno de los dos por separado. De ese modo, apartando modas y actitudes excesivamente apasionadas, lo que destaca es nuestra responsabilidad y papel activo como agentes sociales – individual, colectiva e institucionalmente – en este proceso de desarrollo y cambio tecnológico, estimulando así la toma de conciencia crítica y el ensayo de posiciones involucradas en cuanto al uso, difusión y comprensión de las nuevas tecnologías digitales (y no digitales). La única manera de no naturalizar la consolidación e integración de las innovaciones tecnológicas es evitar las miradas más mitológicas y naive, concretando las relaciones históricas y contingentes entre todos los actores y planos sociales implicados en ella.
En ese sentido, la sección de Karpeta incluye cuatro artículos de muy diferente motivación y autoría, en los que se abordan temas como el proceso de construcción social de la Web, las nuevas formas de alfabetización que acompañan la generalización de las tecnologías digitales, el modo en que la Red ofrece una muestra de las culturas y prácticas locales sobre las que al mismo tiempo actúa y, por último, una perspectiva sobre la relevancia interpretativa de las nuevas formas de bioarte, integrando el arte como medio de expresión y crítica de los avances tecnológicos.
Más en concreto, se abre la sección principal de Karpeta con Hacia una web social libre y federada: el caso de Lorea, una reflexión sobre la naturaleza social de la web que nos recuerda cómo el devenir de Internet depende de los agentes sociales implicados en su desarrollo. El artículo firmado por Florencio Cabello, Marta G. Franco y Alex Haché, parte de la referencia a personas e instituciones clave en la construcción de la Red tales como Tim Berners-Lee, considerado uno de los padres de Internet e impulsor de los protocolos TCP/IP, y del Word Wide Web Consortium, institución encargada de la elaboración de protocolos de compatibilidad entre sistemas y programas. De esta manera, el autor nos recuerda que Internet no es un medio natural con una estructura “por defecto”, sino que es un medio construido, que es moldeado colectivamente tanto por parte de personas e instituciones concretas, como por el conjunto difuso de todos sus usuarios. En segundo lugar, el artículo nos ofrece un objetivo o ideal hacia el que avanzar: una web social abierta y federada en la que los usuarios particulares tengan mayor capacidad de acción y movimiento, evitando la concentración del poder en guetos cerrados por parte de instituciones virtuales (Servicios de Redes Sociales) para las que nuestros datos son un recurso. Así, este primer texto ayuda a establecer una serie de referencias clave para pensar el devenir de Internet que, al igual que balizas en un universo inexplorado, nos ayudan a abrir nuestro punto de vista sobre el modo en que podríamos integrar las tecnologías sociales en nuestra existencia colectiva. Por último, se nos presenta el caso concreto de Lorea, un proyecto de red federada que incorpora muchos de los ideales de apertura y autonomía tecnológica (“soberanía tecnológica” que dicen algunos) que el texto argumenta como liberadores, en tanto que potencian al usuario por encima del gestor de servicios.
La sección continúa con Nuevos Alfabetismos: tecnologías y valores, una contribución de autores de la talla de Colin Lankshear y Michele Knobel, que han adaptado para Teknokultura el tercer capítulo de la tercera edición de su libro New Literacies (Nuevos alfabetismos), ofreciéndonos un artículo que creemos sintetiza elementos esenciales del concepto de “Nuevos Alfabetismos”. Con esta tercera edición del libro, los autores actualizan completamente todo el contenido del mismo, haciéndose eco de los últimos avances tecnológicos y ofreciendo nuevas interpretaciones y reflexiones al calor de los últimos debates; un proceder que va muy en línea con el proceso de renovación continua que para Lankshear y Knobel representan las nuevas tecnologías: siempre nuevas porque siempre se actualizan, recombinándose con las antiguas en un proceso de evolución constante. Así, su nueva versión recuerda a la actualización constante de un programa de software con sus sucesivas adaptaciones y parches, que no deja de ser, realmente, otro tipo de texto. En concreto, el artículo que presentan en este número representa especialmente bien la dualidad existente en las prácticas tecnológicas que, dependen de los avances técnicos por un lado, y de la renovación de los valores y usos (ethos) asociados a ellos, por otro lado. En definitiva, la perspectiva de estos autores, ya consagrados en el estudio social de la tecnología desde un enfoque pedagógico, nos ayuda a eliminar esa interpretación simplista de la tecnología como una variable independiente que nos define a priori, para poder analizarla como un factor interdependiente que es desarrollado y activado por unos usos sociales y valores culturales determinados y que, al mismo tiempo, también son retroalimentados por estas nuevas técnicas.
En el siguiente artículo podemos ver en acción un buen ejemplo de la relación existente entre los valores culturales y las nuevas técnicas digitales. Se trata de un estudio de caso sobre los sitios web de citas en Finlandia que presentamos tan sólo en su versión original: Emotions in digital context: Finnish way of saying Pick Me; we could make a good couple! A través del análisis del discurso de los anuncios personales, la autora nos muestra cómo la cultura y los valores de la sociedad finlandesa se dejan ver en el modo en que los usuarios se describen a sí mismos, re-construyendo en lo virtual algo así como “el orden de las relaciones” que hunde sus raíces en el entorno local y la tradición cultural. Igualmente, el texto expone cómo, de vuelta, esos mismos valores y principios, ese ethos nacional, sufre también ciertas modificaciones por su traslación o traducción a lo virtual, siendo éste un tema destacado y de vital importancia para el género en el que Anne Holappa, la investigadora que firma el artículo, promete seguir profundizando. Con todo, hacemos notar que el caso concreto de Finlandia, o de cualquier otra cultura nacional o local, funciona como estrategia para acercarse al estudio general de cómo lo social se expresa y se modifica en el campo online. En cualquier caso, siempre resulta refrescante poder contar con representaciones y estudios de culturas que nos resultan distantes.
Por último, completamos la Karpeta principal con un artículo muy especial: Bioarte: actuación transhumana y poshumana de Andy Miah. El artículo profundiza en el rol del bioarte como mediador entre la ciencia y la sociedad, especialmente en cuanto a la difusión y la reinterpretación crítica de las perspectivas teóricas del transhumanismo y el posthumanismo, que enfrentan la necesidad de reflexión sobre los límites de nuestra supuesta humanidad ante la posibilidad de que se vean superados por los últimos avances tecno-biológicos. El mensaje del texto no sólo es interesante porque nos introduce en estos dos enfoques que ponen sobre la mesa la posibilidad más que real de modificar nuestros cuerpos y de experimentar con los límites imaginarios entre lo humano/no humano o lo natural/artificial (arte transhumanista), investigando el modo en que esto afecta a las relaciones biopolíticas (arte posthumanista); sino porque también nos propone una delicada reflexión sobre el papel del arte en la sociedad o, en otras palabras, de la estética como medio que cuestiona y ayuda a reflexionar sobre el sentido de los mismos avances tecnocientíficos.
La sección de A des-proposito, centrada en textos de opinión que nos transmiten de una forma más dinámica reflexiones rápidas, informales y sagaces de la realidad tecnológica y sociopolítica actual, cuenta con tres artículos especialmente recomendables:
La colaboración de Remedios Zafra, Vínculos que importan, apuntes sobre la identidad política en la era de las redes, parte del exceso de relaciones e interacciones a que nos somete la Red, la mayoría de las cuáles resultan superfluas y redundantes, para llevarnos hasta la posibilidad de utilizar la Red para construir redes de relaciones más vitales y más relevantes, cargadas de contenido político y de compromiso social con los otros.
Le sigue un artículo de Richard Cleminson, The emotions of the market (La emotividad del mercado), cuya lectura funciona como una potente píldora que nos inocula un insight esclarecedor y liberador al mismo tiempo: la necesidad de arraigo de la ideología del mercado en las emociones, o la complicidad de la manipulación emocional en la justificación del discurso dominante. De una forma sencilla e impactante nos lleva por un camino de reflexión que merece mucho la pena recorrer, especialmente cuando los tambores del mercado son casi el único discurso que resuena en la esfera pública.
Finalmente, Mario Domínguez y Miguel Ezquiaga continúan con una reflexión sobre los recientes disturbios raciales en Gran Bretaña con el artículo Cuando la rabia prende, texto que pretende servir de marco interpretativo para las relaciones crecientemente conflictivas entre clases sociales y migraciones en este país. Partiendo de la gestión política neoliberal de los diferentes gobiernos conservadores británicos y realizando un recorrido genealógico de las diversas formas de gubernamentalidad y de nuevo conflicto social, se vincula la administración creciente de castigos y control sobre ciertos grupos o poblaciones vulnerables junto con las identidades juveniles resistentes. Se concluye que el capitalismo salvaje inglés resulta un campo de experimentación privilegiado para comprender las tensiones del nuevo orden socioeconómico global.
La sección de Activismo y Movimientos sociales se nutre en este número de dos contribuciones sobre temas muy dispares:
En primer lugar, presentamos una comunicación que refuerza la idea del arte como medio de reflexión estética en torno al sentido de las cosas, tema ya mencionado en la sección principal. Con Creación y activismo desde la perspectiva de género y de orientación sexual, Gloria Durán nos cuenta su forma de hacer activismo e intervenir políticamente a través del arte, para generar espacios públicos de reflexión estética y de performatividad de los discursos dominantes sobre género, sexualidad y cualquier otra diferencia que funcione como estigma social, como por ejemplo, la salud mental.
En segundo lugar, con Ciberprotestas y código (penal) aprovechamos la actual coyuntura socio-tecno-política para indagar el modo en que las instituciones políticas afrontan el actual ciclo de movilizaciones sociales, azuzado tanto por la indignante situación de crisis económica, como por los nuevos medios de comunicación y organización en red. En este caso, se ha realizado una breve entrevista a cuatro profesionales relacionados con los nuevos medios de comunicación para que nos aporten un análisis general del giro de represión, representación y criminalización por parte de los gobiernos occidentales (aunque centrado en el caso de España) ante la efervescencia de las movilizaciones sociales.
En la sección de Pantallas presentamos dos vídeos comentados que aportan dos visiones muy diferentes de la tecnología.
En De la generación del pulgar a la generación del índice, Henar León Barroso nos introduce el famoso vídeo “El Ipad es una revista que no funciona” que reproduce el modo en que los niños interactúan con la tecnología y el efecto que esto tiene sobre la manera de entender el mundo. La reflexión de León Barroso nos habla de cómo los nuevos dispositivos tecnológicos afectan nuestra forma de interactuar con la realidad técnica, hasta en detalles tan aparentemente sencillos como qué dedo usamos más. Este efecto de la tecnología sobre la forma de relacionarnos con y entender el mundo arroja igualmente nueva luz ante las posibilidades pedagógicas de nuevos dispositivos como los tablets que, como dice León Barroso, representan un refuerzo positivo para el aprendizaje.
Desde un enfoque opuesto, Pedro Costa Morata nos advierte en Basura electrónica de las externalidades medioambientales negativas de la producción y consumo masivo de dispositivos tecnológicos. Para ello, parte de un vídeo denuncia de Greenpeace “Buy it, Use it, Break it, Junk it, it’s Toxic” (“Cómpralo, úsalo, rómpelo, tíralo, es tóxico”). En este video la organización ecologista utiliza la técnica del remix y del cultural jamming, recurriendo a piezas de la propia cultura tecnológica (la famosa canción Technologic de Daft Punk) para recodificarlas, subvirtiendo su discurso pro-tecnológico de modo crítico y logrando un gran impacto sobre el espectador. El comentario de Pedro Costa refuerza el mensaje del vídeo, explicándonos las implicaciones y causalidades que hay detrás de las imágenes, así como la necesidad de posicionarse en una crítica profunda del sistema de consumo industrial que acompaña al desarrollo tecnológico.
Por su parte, la sección de Entre-vistas incluye dos breves conversaciones con Richard Barbrook y con Geert Lovink dos teóricos sociales que han estudiado el desarrollo de Internet desde sus inicios hasta nuestros días. Geert Lovink, autor de Fibra oscura, profesor de nuevos medios, cofundador de la lista de correos Nettime y un participante prolífico en la creación de una cultura crítica de la red. Richard Barbrook de la Universidad de Westminister ha sido uno de los mayores críticos de la política neoliberal proyectada por la revista Wired y autor de La ideología californiana.
En este número las Reseñas nos introducen en varios libros clave que investigan las intrincadas interacciones entre sociedad y tecnología:
Nunca más solo, el fenómeno del móvil de Benasayag y del Rey profundiza en los cambios y el tipo de sociedad que se deriva de la extensión masiva de la telefonía móvil. En su reseña, David Domínguez es capaz de reformular o sintetizar la perspectiva de los autores sobre la tecnología para ofrecernos una profunda respuesta a la pregunta que anima este número: ¿cómo abordar el análisis crítico de los cambios sociotecnológicos sin caer en el esencialismo? ¿Cómo estudiar socialmente la tecnología sin caer en el catastrofismo ni en el optimismo tecnófilo? El enfoque epistemológico y político de los autores, junto con la profundidad de análisis crítico que nos promete David Domínguez en su reseña, hace de este libro una lectura muy recomendable.
La reseña de Jéssica Faciabén Lago sobre el libro de Remedios Zafra, Un cuarto propio conectado, (Ciber)espacio y (auto)gestión del yo, también nos brinda una lectura prometedora sobre las relaciones entre género, tecnología y sociedad. Partiendo de las geniales intuiciones de Virginia Woolf sobre el valor de un cuarto propio en la escritura (femenina) y trasladando muchas de estas ideas al mundo digital presente, Faciaben registra y despliega alguna de las contribuciones más sugerentes y atractivas del libro de Remedios Zafra, experta en lenguaje, tecnología y género y una de las teóricas más reputadas de nuestro país en este campo.
La última reseña, de César Rendueles, analiza dos libros simultáneamente: de Evgeny Morozov The Net Delusion: The Dark Side of Internet Freedom y de Jaron Lanier, Contra el rebaño digital. The Net Delusion es una de las obras más emblemáticas de los últimos años en el campo tecnosocial, a través de la cual Evgeny Morozov se ha dado a conocer al mundo con su estilo reflexivo, calmado y crítico para analizar las bifurcaciones e implicaciones geopolíticas y sociales del avance tecnológico sorteando cualquier tipo de maximalismo ingenuo. La libertad de la Red y la Red cómo mecanismo para promover la liberación social comienzan a ser cuestionadas a la luz de casos y ejemplos que desmitifican esa imagen idílica y paradisiaca del espacio virtual. Igualmente, el libro de Lanier, aunque en un estilo más informal y oscilante, también apunta a demoler esa suerte de fetichismo digital que empapa todo el universo ciber y desde el que se considera como un bien a priori todo elemento técnico o relación tecnológica independientemente de su contenido real. Lanier, de manera ácida en ocasiones, destruye las bases ingenuas de muchas utopías cibernéticas. Rendueles combina admirablemente la lectura de ambos libros (Morozov y Lanier) para esbozar una breve reflexión sobre cómo las Ciencias Sociales están encarando el nuevo milenio tecnológico.
En definitiva, presentamos un número lleno de contrastes que dan cuenta de las complejidades de una Sociedad Digital cada vez más asentada y madura, a medida que las nuevas tecnologías van entrando en nuestra cotidianidad, intermediando sutil e invisiblemente en nuestras relaciones y en nuestra forma de vivir el mundo. Un fenómeno que requiere huir de mitologías fáciles y clichés automáticos para empezar a profundizar en los vericuetos y matices del universo tecnosocial. Así, ponemos de manifiesto la relación intergenerativa entre tecnología y cultura que da nombre a este proyecto – Teknokultura – y cuyos efectos llegan hasta lo más íntimo del ser humano: sus emociones y hasta las bases de su propia identidad biológica.
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