Soberanía o Autonomía tecnológica

Por Javier de Rivera

Imagen publicada por TIME de 'La Cueva' del cuartel general de campaña de Obama en Chicago. DANIEL SHEA FOR TIMESupongo que muchos ya conoceréis la noticia de cómo el éxito de Obama en las últimas elecciones parece tener alguna relación con el uso de las redes sociales como herramienta de marketing político. Este artículo de Publico habla de ello: El arma total de Obama para vencer a Romney: un megacerebro informático que controla Facebook. Y también lo analiza la revista TIME: Inside the Secret World of the Data Crunchers Who Helped Obama Win

Resumiendo: empresas, partidos políticos o gobiernos pueden comprar datos a Facebook para analizar los gustos y tendencias de la población. En la campaña de Obama se uso ese recurso para identificar a los votantes indecisos y encontrar el mejor modo de convencerles. Así de entre unos 100 millones de votantes, puedes determinar que hay 20 mil que están indecisos y cuyo voto es importante, encontrar sus gustos, opiniones, habitos y tendencias, y encontrar el mejor modo de convencerlos (con discursos dirigidos a su sensibilidad, con anuncios en sus programas de TV preferidos, etc).

Vamos, que Facebook, esa red social que nos permite conectar con nuestros amigos y ser guays, es también el recurso definitivo para conocer y controlar a la población, permitiendo catalogar gustos, tendencias, etc. Facebook es el lugar donde subimos nuestra “identidad” para que cerebros tecnológicos puedan operar y hacer calculos con ella.

Pensando en esto… me acordé del último artículo de Tim Berners Lee en Scientific American: Long Live the Web: A Call for Continued Open Standards and Neutrality y del buen artículo de la gente de Lorea.org en Teknokultura que reflexiona sobre el mismo tema: Hacia una web social libre y federada: el caso de Lorea

¿Y cual es ese tema? la posibilidad de tener una web en la que podamos comunicarnos,  expresarnos y vivir cibernéticamente sin que eso implique darle todos nuestros datos a una coporación que puede venderlos y hacer lo que quiera con ellos, sin que nosotros tengamos ningún control al respecto.

Soberanía tecnológica. Autonomía tecnológica. Son algunos de los nombres que le podriamos dar a este ideal.

Cada dia que pasa, nuestras vidas dependen más del universo virtual. Recurrimos al email, a nuestros blogs y a nuestras redes sociales para comunicarnos de la forma más cotidiana. Buscamos trabajo, conectamos con amigos, intercambiamos opiniones, informamos de nuestros hábitos, hacemos politica… todo ello en la web, en redes sociales como Facebook que luego permiten ganar al partido político que mejor sabe usar esos datos.

Redes sociales y servicios de correo y de contenidos que tienen una gestión centralizada… Se habla mucho de la Sociedad Red, de la horizontalidad de las redes sociales, del empoderamiento de los movimientos sociales… pero, todas esas relaciones suceden a través de operadores centrales que distribuyen todo el flujo de información.

El problema se puede plantear de muchos modos. Desde la perspectica más técnica de Tim Berners Lee, la solución tecnopolítica de Lorea, la petición de más regulación de Morozov, la filosofía radical de Richard Stallman, o la rebeldía anarquica de Anonymous,  hay una preocupación por las nuevas formas de hacer política en la era digital y la necesidad de garantizar un futuro de libertad tecnológica y política.

Lo que propone Tim Berners Lee es algo así como el desarrollo de un red más interconectada en que cada persona pueda tener su propio espacio y conectarse con los demás desde una misma plataforma. Que en lugar de tener diferentes cuentas en diferentes servicios, tuvieramos nuestro propio servicio-identidad personal en la red y que desde allí podamos conectarnos con quien queramos. No está claro que sea una solución, y él mismo deja la duda de cómo se podría hacer. Lo que a Tim Berners le preocupa es que la información de la gente esté encerrada en guettos de información, que la gente no pueda recuperar fácilmente su información, y hacer con ella lo que quiera. Más bien es un problema de usabilidad, conectividad y universalidad.

Por ejemplo, los agregadores de cuentas como Hotsuite y otros nos permiten centralizar todas nuestras cuentas en un solo servicio, que tendría acceso a toda nuestra información. Eso nos permite gestionar todo de modo centralizado, y quizas descargar nuestra información, pero no garantiza nuestra “privacidad”, sino que la pone aún más en riesgo.

Por otro lado, hace falta redefinir el concepto de privacidad… ¿qué quiere decir? ¿qué solo vean nuestros datos quién nosotros queramos? Está claro que hay una situación de excesiva visibilidad de nuestras vidas, pero eso no tiene porqué ser malo si queremos mostrarnos al mundo. El problema lo entiendo más bien como una cuestión de potencialidad de acceso a los datos, como la facilidad de determinadas instancias de acceder a los datos de forma agregada y actuar sobre ellos.

El problema de la privacidad ya no es el problema de “nuestra” privacidad personal, sino el de la privacidad general de los datos… la desagregación de datos, de forma que podamos elegir cuando ese “Me gusta Elvis” va a formar parte de una estadística, una base de datos explotable comercialmente, o va a ser tan solo esa marca de identidad que queremos mostrar a nuestros amigos y conocidos.

Imagínate que todo lo que hablas con tus amigos, familia y pareja es grabado en una base de datos que puede hacer análisis de cualquiera de las categorías sociales a las que pertences, o si llega el caso de tí mismo como individuo. Pues eso es lo que sucede cuando te comunicas virtualmente, tanto por correo como en redes sociales.

La Soberanía o Autonomía tecnológica implica poder ser dueño de esos datos, compartirlos de forma que no sean fáciles de agregar, que no sean fáciles de captar. Tener tu propio servidor, alquilar un hosting, hacer tu propio domino, encriptar el correo… son algunas de las opciones para resistir ante esta centralización y acumulación ingente de datos. Pero son opciones que tienen un coste en tiempo, esfuerzo (y un poco en dinero), cuanto maś autónomo, mayor la dificultad.

La propuesta de Lorea es crear una red social libre, tipo Facebook, pero protegiendo tus datos y estéticamente más centrada en colaboraciones y proyectos comunes que en compartir las fotos de la última fiesta o el último viaje (que también debería ¿por qué no?). El interfaz es difícil, y mucha gente lo abandona después de un tiempo de uso, pero es una vía que merece la pena probar. Yo estoy en N-1.cc intentando habituarme a la red social libre… Aunque una de las cosas que me planteo es ¿uso mi verdadero nombre o no? Debería poder hacerlo sin perder mi “soberanía”, pero al hacerlo resulta más fácil conectar mis acciones allí con mis acciones en cualquier otro sitios… y si no lo hago, ¿cómo van a saber que soy yo?

La privacidad en la era digital presenta muchas dudas, porque digital quiere decir que cualquier información-comunicación es trasferible a 0 y 1, cualquier significado es computable, susceptible de analizarse, medirse, catalogarse, estandarizarse, etc. Y privacidad quiere decir que tus datos y tu vida son tuyos… ¿Cómo ser tuyo algo tan fácilmente transferible? La gente de a pie tenemos el mismo problema que los grandes productores culturales (si, la industria anticopia), la digitalización hace muy difícil proteger nuestra propiedad (para nosotros de nuestra propia información, para ellos de sus productos culturales).

Diaspora es otra opción de red social sensible con la privacidad, que tampoco ha tenido mucho éxito, principalmente porque no está claro aún como vender la privacidad al mismo tiempo que amplificamos la posibilidad de que nos vean y nos sigan…

Sea como fuere, tenemos que seguir pensando en formas de que el desarrollo tecnológico de nuestro tiempo no se convierta en una herramienta de control mental y social, sino que pueda servir realmente para amplificar las posibilidades creativas del ser humano, más que para encorsertarlas y aprovecharlas política y económicamente.

Sigamos reflexionando sobre qué es o puede ser las soberanía o autonomía tecnológica,  sobre cómo podemos articularla ante los tiempos que vienen. Sobre si nos importa o no que Facebook, Twitter y Google monitoricen todos nuestros datos… o sobre qué tipo de Sociedad Digital queremos para el futuro.

 

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4 Trackbacks

  1. By Bitacoras.com on December 7, 2012 at 8:13 pm

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Por Javier de Rivera Supongo que muchos ya conoceréis la noticia de cómo el éxito de Obama en las últimas elecciones parece tener alguna relación con el uso de las redes sociales como herramienta de marketing político. ……

  2. […] Sociología y Redes sociales Proyecto de investigación sobre la comunicación on-line Skip to content Sobre el proyectoEl autor « Soberanía o Autonomía tecnológica […]

  3. […] visto hasta ahora. Hay mucha gente preocupada por la autonomía tecnológica (mira este post: Soberanía tecnológica), pero en general la tendencia es tan fuerte que es dificil de resistir. (échale un vistazo a esta […]

  4. […] Vaidhanathan (2011) también propone otro modelo que él llama, cryptonomicon, según el cual los vigilantes quieren evitar que se note que están, quieren espiar sin que nadie se dé cuenta de que lo están haciendo. Quieren que los espiados se comporten del modo más natural y espontáneo posible – por eso todas las llamadas a usar las redes y tecnologías sociales para “compartir con la gente que quieres las cosas que de verdad te importan” (Facebook IPO 2010) y cosas similares. De ese modo, la información que obtienen sobre nuestros gustos, necesidades, preocupaciones e intereses puede servir mejor para diseñar productos, preparar campañas publicitarias, o incluso para maniobras políticas (como la campaña de Obama 2012). […]

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