Referencia bibliogr谩fica: ‘The Attention Economy and the Net’ by Michael H. Goldhaber. First Monday, Volume 2, Number 4 – 7 April 1997
En este art铆culo, Michael Goldhaber profundiza en el concepto de econom铆a de la atenci贸n enunciado por聽 Herbert Simon en 1971, hasta llegar a proponer que se trata de un modelo econ贸mico emergente en la era digital. Recordemos que Simon hace referencia a que el exceso de informaci贸n convierte la atenci贸n humana en un bien escaso que es necesario distribuir eficientemente entre la abundancia de informaciones disponibles.
Nuevo modelo econ贸mico
Michael Goldhaber va m谩s lejos al colocar la atenci贸n en la base de las necesidades humanas. Desde el bebe cuya supervivencia depende de que sea capaz de atraer la atenci贸n de los adultos, hasta el vendedor que intenta captar la atenci贸n de los consumidores, todo el mundo necesita que le presten atenci贸n para sobrevivir.
La atenci贸n es una fuerza conductora (driving force) que permite lograr efectos en los dem谩s, permite acceder a sus conciencias para transmitir nuestro mensaje. Si tenemos la atenci贸n de un gran auditorio controlamos las impresiones que se forman sus mentes, y podemos producir reacciones en ellos, como por ejemplo que levanten la mano ante una pregunta que les hacemos. Es por eso que todos los actores econ贸micos compiten por la atenci贸n del p煤blico, tanto si es por satisfacci贸n personal como con inter茅s econ贸mico.
En la era digital, el crecimiento exponencial de la informaci贸n disponible, a facilidad de acceso ilimitado y la popularizaci贸n de los medios de generar informaci贸n permiten pensar en el paso de una econom铆a basada en el intercambio de dinero a una econom铆a basada en el intercambio de atenci贸n. El intercambio de dinero seguir谩 presente, pero se guiar谩 por los flujos de redistribuci贸n de la atenci贸n, especialmente a trav茅s de la Red.
La atenci贸n ilusoria
Adem谩s de recalcar la importancia de la atenci贸n como necesidad b谩sica del individuo, Goldhaber sustituye la idea del intercambio entre informaci贸n y atenci贸n, por el intercambio entre dos tipos de atenci贸n. Para ello, utiliza un constructo te贸rico muy intersante: la atenci贸n ilusoria. Cuando construimos un mensaje (una informaci贸n) 茅ste responde a una necesidades o deseos que intuimos en el p煤blico objetivo, por lo que al escribirlo lo hacemos ‘pensando en ellos’. El destinatario percibe esto como una atenci贸n hacia 茅l y de hecho lo es. Por ejemplo,聽 los mensajes publicitarios se construyen atendiendo a las particularidades de su target, los libros se escriben buscando la complicidad de los lectores, o adaptando el lenguaje al p煤blico objetivo, y lo mismo sucede con todos los mensajes y bienes culturales.
Los bienes materiales tambi茅n pueden ser interpretados como depositarios de atenci贸n ilusoria. El productor los crea ‘pensando en t铆’, y si logra atraer tu atenci贸n por los medios de comunicaci贸n establecidos, atraer谩 tambi茅n tu dinero. El valor de los productos reside en la atenci贸n que el p煤blico les presta, si 茅sta est谩 guiada por criterios de utilidad o por cualquier otro criterio, depende de la gente. Por ello, gestionar d贸nde ponemos nuestra atenci贸n (hasta en las peque帽as cosas que no incluyen desembolso de dinero) es nuestra forma de ‘cambiar el mundo’.
La materializaci贸n del beneficio (el famoso ROI) de los bienes culturales que se pueden reproducir digitalmente con coste 0 (o casi) es otro de los problemas que se le plantean a la econom铆a de la atenci贸n. La publicidad (de productos materiales) es la v铆a m谩s com煤n en la actualidad, pero la petici贸n de donaciones se presenta tambi茅n como una opci贸n de futuro. Igual que los programadores de software libre o software de distribuci贸n gratuita (mavericks del nuevo modelo) recaudan a trav茅s de donaciones voluntarias, los art铆stas y escritores tambi茅n podr铆an hacerlo en futuro.
Otras ideas que aparecen en el art铆culo:
– El derecho de copia y distribuci贸n potencia la atenci贸n que recibimos (siempre que haya reconocimiento de autor铆a)
– Ahora requiere menos esfuerzo crear cosas materiales, pero estamos m谩s ocupados que nunca. La informaci贸n (la red) reclama nuestra atenci贸n y nuestra conectividad constante. La energ铆a liberada por el 茅xito industrial alimenta la econom铆a de la atenci贸n.
-“Nos preocupamos m谩s de donde ponemos nuestra atenci贸n que de donde ponemos nuestro dinero”.
– La atenci贸n es una cosa de individuos, son los individuos los que prestan atenci贸n y los que est谩n m谩s interesados en recibirla. Para las organizaci贸nes la atenci贸n del p煤blico es un medio, para los individuos la atenci贸n es un fin en s铆 mismo.
– La econom铆a de la atenci贸n potencia el individualismo, y hace de las organizaciones elementos temporales y secundarios.
– La atenci贸n no se puede forzar o exigir, en 煤ltima instancia depende de la voluntad del que la presta.
– Cuando no recibimos atenci贸n primaria recurrimos a la atenci贸n ilusoria. Es decir, cuando no estamos ocupados comunicando, consumimos productos culturales: pel铆culas, libros, etc. Eso explica tambi茅n el gusto por las compras.
Conclusi贸n:
It is precisely because material needs at the creature comfort level are fairly well satisfied for all those in a position to demand them that the need for attention, or what is closely related to attention, meaning or meaningfulness of life, takes on increasing importance.
La econom铆a de la atenci贸n no tiene tanto que ver con la productividad sino con el sentido de significado de la vida. Lo que buscamos y proveemos a trav茅s de la comunicaci贸n y el intercambio de atenci贸n es la sensaci贸n de pertenencia que est谩 vinculada al sentimiendo de que la vida tiene sentido. El consumo de contenidos culturales se puede comparar como una forma de llenar nuestra vida de significado.
Nota final:
Este art铆culo recoge muchas de las ideas presentadas por Goldhaber, pero tambi茅n incluye algunas interpretaciones propias que, sin separarse del contenido del original, desarrollan el concepto en el sentido de los intereses del proyecto de este blog.
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